Baja eficiencia en los procesos, falta de seguridad sobre informaciones sigilosas e, inclusive, prejuicios por la pérdida de documentos o incumplimiento de plazos. Estos son sólo algunos de los problemas causados por la mala gestión de documentos.
Y en su empresa, ¿cómo está la gestión de documentos? Haga un ejercicio rápido:
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¿Usted consigue encontrar con facilidad una política corporativa o un contrato siempre que usted precisa?
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Cuando encuentra, ¿usted tiene certeza de estar utilizando la versión correcta?
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¿Usted sabe si el documento fue alterado y quién lo alteró?
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¿Usted es notificado automáticamente cuando las informaciones son actualizadas?